Memento Week-end

Llega "El domingo... si Dios quiere", y es momento de reflexionar sobre estos días pasados. Después de tanta fiesta y tanto movimiento de esqueleto, uno solo piensa en coger la cama y poder levantarse mañana a las 3 de la tarde. Pero no! Tenemos obligaciones, y uno está encantado de poder cumplirlas. 

Ayer sábado, estuve con los catalanes y dos amigos de uno de ellos que habían venido a visitarle, cenando y de fiesta nocturna. Decir que odio el whisky, y lo odiaré siempre. Pero la cerveza empieza a aborrecer cuando llega la media noche y, añorando los cubatas de Valencia, te decides a probar un Ballentine's-cola. Pues así van las mañanas del día siguiente, que tu estómago te recuerda por qué un día decidiste no volver a beber ese pixat de burra tan nauseabundo como es el whisky. Después de la cena, fuimos a un piso a seguir la noche. Allí comprobé que los hombres nos hacemos los fuertes en cualquier momento donde hay presente una persona del sexo opuesto. Ejemplo: conocemos a un chico, francés, que parecía muy interesado en una de las amigas que estaban aquí de visita; le ofrecemos calimotxo; él, desoyendo nuestras indicaciones se pone en su vaso de whisky la bebida que le hemos ofrecido, convirtiéndose eso en un cóctel explosivo; cuando se lo repetimos ríe, lo prueba, le da una arcada; ríe; vuelve a beber; otra arcada... se acaba el vaso y, orgulloso, se lo enseña vacío a la amiga; ésta le aplaude y se levanta; él, triste, decide buscar otra presa a la que demostrarle su valentía frente al alcohol.

El viernes, como novedad, puedo contaros que fuimos de fiesta... a un barco. Pa' habernos matao. Que piensas tu: "Pa qué? A ver si la tontería nos va a llevar a mal camino..." Pues nada. Decididos todos a montarse en un barco del siglo de la picor, restaurado para ser discoteca, y donde la zona de baile está en la planta baja. Pues no sólo era la estructura de los años catapum, si no que el Dj tendría 67 años mínimo porque el conjunto de LP's que nos puso allí no llegaban ni a la época de los Beatles. Y además de ser música antigua, encima francesa, que ya era imposible que pudieras reconocer ninguna. Pero claro, es un barco, entonces mola... mazo.

Antes de llegar al barco, estuvimos en un piso Erasmus, cómo todos los participantes en esta beca conoceréis, donde es costumbre intercambiar costumbres de tu país en contraposición al país del que tienes enfrente. Y así, puedes pasarte 4 horas de debate geográfico-cultural, siempre acompañado por risas y alcohol, que nunca están nada mal. En el grupo de estudiantes hay una mexicana... muy maja (CENSURADO, por recibir amenazas de mí mismo. Quien ya lo haya leído guay, quien no, se lo contaré en persona que eso no se queda registrado ni lo lee el mundo entero).

(Kevin Costner con Whitney Houston y 3 taraos guays más)

Y entonces me levanté el viernes por la mañana.

Memento, me meo y me cago dentro.

Buenas noches.

P.D. Pedir perdón a aquellos que no entendáis las bromas, os parezcan estúpidas o simplemente decidáis no volver a leer mi blog. Intento hacer referencias a todos para que os sintáis identificados, pero no es posible. Tened paciencia! Y recordad, no me acuerdo de olvidarte.